Al fin despertamos

Para aquellos que estuvieron tanto tiempo adormecidos, qué bien les vino el problema del Campo.

El famoso tema de las retenciones da para mucho, pero para mucho más da todavía la actitud del gobierno y la forma en que se ha manejado ante este conflicto.

Para el buen observador, esto nos vino muy bien. Para darnos cuenta quién es Néstor Kirchner, quién es Cristina Kirchner, y quiénes son cada uno de los que los rodean.

Nos vino bien para saber de la grave crisis institucional, de cómo nos mienten con las estadísticas, de cómo nos persiguen, de cómo manejan vilmente a los pobres, de cómo someten a los políticos, de cómo sobornan al periodismo, de cómo toman dinero ajeno bienhabido para convertirlo en dádivas para comprar votos, de cómo manipulan la justicia, de cómo manejan a los legisladores, en fin, de cómo desprecian la república, de cómo se han aprovechado de la mansedumbre de un pueblo para manejar un país como si fuera un feudo.

Esta no es una nueva crisis, es la crisis K de siempre, se inició el 25 de mayo de 2003, y con ella hemos vivido permanentemente, mientras estábamos aletargados, dormidos, inconscientes………. Qué esperábamos ? quién nos iba a cuidar la república mientras nosotros dormiamos ? quiénes tenemos la responsabilidad de velar por lo nuestro ? nosotros o nuestros gobernantes ?

El voto ciudadano no es un cheque en blanco, no traslada la responsabilidad al funcionario o al candidato, sólo le delega la tarea de administrar. La obligación de controlar a quienes nos gobiernan, sigue siendo nuestra. Es indelegable.

Para algunos, el supuesto crecimiento económico después de un derrumbe catastrófico como el del 2001, fue mérito suficiente como para dejar que los K se las arreglen solos y hagan lo que quieran. Sólo que cuando se cae muy profundo, es más fácil crecer que seguir cayendo. Sin embargo, no hay crecimiento económico ni chico ni grande que justifique ni explique semejantes violaciones a las instituciones como el que vinieron gestando los Kirchner, ya hace años. Y todavía muchos, adormecidos, pensaban en la esperanza y en la asombrosa recuperación económica……….. sin darse cuenta que mientras todo venía bien por arriba, por debajo estaba creciendo el monstruo.

El ex - presidente Kirchner se maneja y se manejó siempre con estilo de patotero de barrio. Desafiante y haciéndose el guapo, ha intimidado y agraviado a quienquiera que haya osado emitir una crítica u opinar diferente, y así sometió a insultos y ofensas a las fuerzas armadas, a la iglesia, a países vecinos y no vecinos, a empresarios, a periodistas, a dirigentes y por supuesto ahora al hombre de campo, y espero no olvidarme de otros.

Se ha hecho amigo, sin embargo, de quienes comparten y ejercitan ese mismo estilo antisocial, mediocre y detestable. Nuestro ex - presidente nos ha honrado con amistades tipo Fidel Castro, Chavez, Luis D’Elía, las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, los Moyanos y los grupos más duros del piqueterismo que le han servido de fuerza de choque y contención. Choque contra quién ? Contención a quiénes ?

Sus enemigos, sin embargo, han sido los personajes más moderados, admirados y exitosos del mundo. Prejuicioso, paranoico y resentido, no soporta el éxito ajeno. Aquel que tenga éxito será sometido y pisoteado por él o sus patotas de ministros, secretarios o intendentes. No es ni siquiera un idealista, no tiene ideales. Su único ideal es ganar en una riña de barrio. Es mostrar quién es el más machito …….. Ese es el vergonzante personaje que tuvimos como Presidente y que todavía ahora seguimos teniendo, sólo que como Presidente de facto, por asalto del poder a su esposa.

Hemos permitido que los Kirchner se adueñen de nuestras tierras. Desde la Patagonia hasta la Puna, hemos permitido que el patrón de estancia se transforme en el Comandante de todas las fuerzas, en el rey supremo, amo de nuestros ingresos, orgulloso del superavit fiscal como si no fuesen nuestros dineros, entregados al fisco, no para sanar a nuestros enfermos, no para hacer caminos, hospitales o escuelas, no para generar mayores riquezas para el pueblo, sino para comprar voluntades de políticos, sindicatos, intendentes, periodistas, empresarios, etc. Para que los gobiernos de las provincias terminen poniéndose de rodillas para mendigar lo que les pertenece por derecho constitucional. Así construyó su poder, para eso le es útil el superavit fiscal.

Y nosotros callados, hemos dejado que, además de todo ésto, sea él quien elija a quien debía ocupar el sillón que él iba a dejar. Y él eligió a su esposa, porque nadie más podría serle más fiel. Y a ella, sólo le entregaría el sillón. Porque todo lo demás, lo iba a seguir ocupando él. Grotesco !

Y así, de tanto poder y de tan sólo que lo dejamos, pudo destruir todo a su gusto. Pudo destruir la república, la justicia y las instituciones. Nosotros estábamos durmiendo.

Y mientras dormíamos:

A quién le importaba la división de poderes, si teníamos para comer ?.

A quién le importaba ese librito de la Constitución Argentina ? A quién le importaba que la violen, si teníamos para comer ?

A quién le importaba como sentenciaban los jueces y a quienes juzgaban y a quienes no juzgaban, si teníamos para comer?

A quién le importaba el caso Skanska si total teníamos para comer ?

A quién le importaba el enriquecimiento de los Kirchner, si total teníamos para comer ?

A quién le importaban los fondos jamás rendidos de la Provincia de Santa Cruz , si total teníamos para comer ? .

A quién le importaba el origen de la plata de la Ministra de Economía, si total teníamos para comer ?

A quién le importaba que llegó de Venezuela en un avión con funcionarios una valija con 800.000 dólares, si total teníamos para comer.

Y qué hacíamos ? Qué esperábamos ? Qué todo ésto nos hubiese salido gratis ?

Bueno, lamento decirles que estábamos equivocados.

Por suerte, el campo dijo BASTA, en voz alta. Y nos despertó. Alguien tenía que hacerlo. Y fue el CAMPO. Cuánto me alegro. Yo sí estoy con el Campo y no por las retenciones, que me parece casi un tema menor, sino porque se despertó y porque hizo que nos despertemos nosotros también, por el coraje que ha puesto de manifiesto al enfrentarse cara a cara con el poder de Kirchner, por el coraje de decir lo que piensa y de hacer pensar a los demás, por hacer que todos los que estábamos adormecidos despertemos. Ojalá que sea a tiempo.

Todo esto no me entristece, por el contrario, me alegra muchísimo. Ahora sí me queda una esperanza.

Si a mi me llegaran a llamar golpista porque no quiero más un gobierno como éste, seré golpista a mucha honra.
Alicia Carella